El pasado martes viví uno de los momentos más importantes y especiales en mi trayectoria universitaria, ya que recibí el Premio de Excelencia Académica que concede la Universidad de Granada (UGR) y la Caja Rural de Granada. Quiero aprovechar desde aquí en dar las gracias a todos aquellos que ayer estuvieron presentes en dicho acto y que me transmitieron todo su apoyo y su afecto en un día tan señalado.
Quisiera agradecer a la UGR todo lo que me ha aportado durante mis cuatro años de formación. La Universidad de Granada se ha consolidado como una de las instituciones académicas más prestigiosas de España y del mundo, gracias a que su calidad y su excelencia han sido los principales pilares sobre los que se ha basado esta veterana institución. Para mí, la UGR ha sido más que un centro de formación, ha sido el lugar donde he crecido profesional y personalmente. Estudiar una carrera no consiste sólo en adquirir conocimientos, sino en desarrollar una serie de habilidades que resultan fundamentales para el día a día, como son pensar, la curiosidad o el compañerismo. Como dijo la Rectora Pilar Aranda no sólo hay que aprender a tener respuestas, hay que aprender a preguntar y no tener miedo a hacerlo.
Asimismo, quisiera agradecer a la Caja Rural todo el apoyo que dedican a la educación y la formación de los jóvenes. La inversión de empresas como esta es fundamental para el desarrollo profesional de los universitarios que, en muchos casos, acaban trabajando en el sector privado. Iniciativas de este tipo demuestran el gran potencial que existe en la UGR y las grandes perspectivas de futuro que se plantean.
Igualmente, quisiera dar las gracias al Decano de la Facultad de Comunicación y Documentación Jorge Bolaños y al resto de miembros de la Facultad por sus enseñanzas y apoyo a lo largo de estos cuatro años. No quiera olvidar a los compañeros y compañeras con los he compartido tantos buenos momentos. Para mí, la Facultad de Comunicación y Documentación es y será siempre mi casa.
Finalmente, quisiera dedicar unas palabras de agradecimiento a mi buen amigo el Defensor Universitario Antonio Ángel Ruiz por su asesoramiento durante mis años de Grado y por animarme a participar activamente en los órganos de representación y gobierno de la UGR.
No podría olvidarme de mi buena amiga y compañera de profesión Encarna Ximénez de Cisneros quien presentó magníficamente el acto y cuyos consejos me han servido para mejorar en mi trabajo.
Por último, dado que el apoyo institucional es muy necesario para el desarrollo de la educación, doy las gracias a la Diputación de Granada, a la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía y al Ayuntamiento, entre otras muchas instituciones que participaron en el acto reafirmando nuevamente su apoyo a la excelencia.
¡A todos, gracias!
Imagen cedida por Miguel Ángel Molino Medina